Venezolanos: Debemos "Huir" del País?
- Lic. Verónica Mariñez
- 8 abr 2018
- 3 Min. de lectura

¿Cuáles son algunas de esas creencias construidas a través de los últimos años en nuestro país entorno a la migración? ¿De qué manera obstaculizan nuestra visión de la realidad? Y ¿Cómo influyen en nuestras emociones y decisiones migratorias?...
El objetivo es reflexionar sobre nuestras principales percepciones del fenómeno migratorio, para desenmascarar las creencias de sentido común que cotidianamente escuchamos y muchas veces influyen en nuestra toma de decisiones y en la manera de construir nuestro proyecto de vida.
Dichas creencias son llamadas Representaciones Sociales, son interpretaciones que orientan nuestras acciones, es posible reconocer en ellas la presencia de estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas, con lógicas clasificatorias, que suelen tener una orientación actitudinal positiva o negativa.
Analicemos una de las creencias principales : “Los que se van se SALVAN, los que se quedan están CONDENADOS”
No se trata de explicar si esta frase o todas las siguientes sean “verdaderas” o “falsas” porque caeríamos en la trampa mental de la generalización.
Es por ello que al pensar en “los que se van…y los que se quedan…” incluimos en nuestra percepción, sin darnos cuenta, la totalidad es decir, TODOS los que se van y TODOS los que se quedan, esto constituye la primera generalización de la frase.
Cuando se trata de características de los seres humanos no es posible realizar estas grandes generalizaciones, somos de naturaleza compleja; sería como meter grandes grupos de personas en sacos pre-confeccionados, sin distinguir diferencias individuales.
Pensando de este modo, nos topamos con la dificultad de distinguir que pudiesen haber grupos de venezolanos con cualquier otra condición, visión y planteamientos de vida, no importa cual.
la segunda generalización la realizamos al dar una connotación de salvación (VIDA) a “todos los que se van” y una connotación de condena (CASTIGO, MUERTE) a “todos los que se quedan” y, más aún, si concebimos esta frase como una realidad (VERDAD ABSOLUTA), entonces emocionalmente, por el mismo instinto de supervivencia, vamos a ser propensos a sentir emociones displacenteras y querer salir literalmente corriendo y HUIR del país.
Orientación actitudinal negativa, claro está.
Si nos sentimos en la necesidad de forjar un cambio significativo en nuestras vidas con la
misión de emigrar o quedarnos en Venezuela, lo más sano es procurar una visión que a pesar de las adversidades se oriente en la búsqueda de oportunidades, fortalecimiento de las redes de apoyo, desarrollo de talentos, balance crítico de ventajas y desventajas sea cual sea aquel planteamiento de vida más factible para cada quién.
HUIR es alejarse precipitadamente de un lugar o de una persona por temor o para evitar un daño o un peligro, emocionalmente se traduce en estrés, ansiedad, impotencia, rabia, desesperación, presencia de síntomas físicos como úlceras, gastritis, cistitis, hemorroides, migrañas, dolor muscular, problemas de tensión, apetito, mala alimentación entre otros.
Claramente, cualquiera de estos estados no nos permite desarrollar una buena capacidad para pensar con tranquilidad, paz y lucidez, sino más bien, altera los procesos de atención y concentración, obstaculiza nuestras relaciones afectivas con seres queridos y limita las capacidades de pensamiento estratégico y flexible.
¡Pues si!… cualquier frase parcializada, concebida como verdad absoluta, puede provocar todo eso. “El lenguaje es el fundamento para que los seres humanos tengan mundo” Foucault, 1992.
Es por ello que estas generalizaciones de sentido común (huir - salvarnos), es lo último que necesitamos para sentirnos confiados, seguros y poder planificar un proyecto migratorio exitoso. No lo crees?
Y para muestra un botón, y sin ánimos de críticas a los autores, les ilustro algunas frases un tanto "dramáticas" que circulan en la web: (HAZ CLICK en las imágenes para que veas las interpretaciones)
Visiones así parcializadas de la realidad pueden desencadenar pensamientos y acciones perjudiciales a la hora de emigrar, por ejemplo: “vendo todo y allá veo”, “no me va a importar si trabajo de mesonero con tal de irme del país”, actitud de huida y desesperación, poca capacidad de planificación por el estado emocional que conlleva y dificultad para la anticipación de escenarios futuros.
Las ciencias sociales y psicológicas así como los especialistas del tema migratorio a nivel internacional, nos indican que estas visiones no aumentan nuestras probabilidades de éxito. La clave está en la planificación y evaluación de la decisión migratoria en todas sus dimensiones.
Oscar Hernández en su libro "Las Preguntas que Ud Debe Hacerse Antes de Emigrar" dice: "Mientras emigrar sea una opción y no una obligación determinada por factores impuestos para preservar sus vidas y la de nuestras familias, creo que hay suficiente espacio para la maniobra y para tratar de sobrellevar los difíciles tiempos que vivimos".
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